En alguna ocasión todos hemos oído hablar de narcisismo. El origen de esta definición es el mito de Narciso, símbolo en la mitología tanto griega como romana. Según se cuenta Narciso era extremadamente bello y era capaz de enamorar con su sola presencia tanto a hombres como a mujeres, por lo menos una vez en la vida. Esto hacía que Narciso fuera muy vanidoso y despreciara a todo el que se enamorara de el.
Dejando la mitología al margen debemos puntualizar que el Trastorno Narcisista de la personalidad es muy frecuente en nuestra sociedad. Hasta ahí en principio bien, pero el problema aparece cuando nos encontramos con una persona que posee este trastorno, cuando es nuestro/a padre, madre, pareja, compañero o compañera de trabajo.
La identificación del narcisismo no suele ser fácil, sobre todo si nunca has tenido ocasión de que aparezca en tu vida. Cuando la vida nos los pone delante todo empieza a girar en torno a ellos. Son los genios de la manipulación por excelencia. Su objetivo es someter psicológicamente, exprimir emociones ya que ellos no las sienten . Su gestión emocional está gravemente dañada, anulada, en ocasiones por haber sido a su vez víctimas de padres narcisitas que los neutralizaron emocionalmente.
Su forma de actuar es muy sutil al principio, van tejiendo sus redes poco a poco, sus conductas no se definen claramente y, gracias a refuerzo intermitente, afianzan la relación con la víctima. Pero no tienen un único objetivo, ellos trabajan en paralelo con otras personas a las que lesionan a su vez. Su objetivo es sobrevivir en sociedad pese a quien pese y caiga quien caiga.
Con el mismo esmero que realizan toda esta labor, con ese mismo empeño son capaces de desaparecer y dejarte sin ningún problema ni remordimiento. De repente aparecen bloqueos en redes sociales, mensajes sin contestar o llamadas no atendidas. Está hecho el descarte, ya no hay interés por el motivo que sea, en ocasiones sin sentido, sin explicación racional bajo el punto de vista de la persona afectada. Ese es su modus operandi.
Vivimos en una sociedad que favorece el narcisismo y que lleva a que el número de víctimas sea cada vez mayor. Según indica Iñaki Piñuel (psicoterapueta y pionero en la divulgación del acoso psicológico en España) detrás de la mayoría de casos de bulling en el trabajo están ocasionados por un narcisista. El mismo Piñuel se atreve a decir que vivimos una auténtica pandemia narcisista. Estamos absolutamente rodeados de ellos.
La buena noticia es que se puede escapar del narcisita, con un buen psicólogo especializado en trauma, ya que la herida que dejan es traumática. Es un proceso y como tal lleva su tiempo pero con esfuerzo y trabajo los beneficios son visibles.