Antes de hablar sobre cómo podemos aumentar la productividad de tu equipo, lo primero que me gustaría comentar en este artículo es su título.
¿Por qué un psicólogo-coach y no un psicólogo o coach?
Pues bien. La Psicología y el Coaching no son lo mismo:
La Psicología
- La Psicología es una ciencia: diagnostica, prescribe, aconseja y sana.
- La Psicología se enfoca en la salud mental.
- En cuanto a la formación, la Psicología es una carrera universitaria.
El Coaching
- El Coaching es una metodología, o más bien un conjunto de metodologías que trabaja para acompañar y buscar el mejor desempeño posible en el cliente.
- El Coaching se dirige a la consecución o mejora de objetivos concretos.
- En cuanto a la formación, el Coaching es una certificación a modo de “Máster” que se puede obtener en unos meses de estudio.
Si hablamos de trabajar con equipos, con organizaciones o empresas, un Psicólogo-Coach es la combinación ganadora.
¿Por qué?
Porque los equipos, las organizaciones y las empresas están formadas por personas. Personas con su carácter, manera de ser, competencias y emociones.
Todo ello relacionado, obviamente, con la mente.
Por eso aquí es necesario contar con los conocimientos y la experiencia de un psicólogo, que, por definición, se ocupa de la mente de las personas.
Pero también es cierto que los equipos, las organizaciones, y las empresas se mueven por objetivos, por relaciones interpersonales y por competencias clave como la comunicación o el liderazgo entre otras.
Y este es el terreno en el que se desenvuelve como pez en el agua un buen coach.
Por todo ello, un psicólogo-coach es la combinación ganadora para aumentar la productividad de tu equipo.
¿Cómo puede ayudar a tu equipo o tu empresa un psicólogo-coach para que aumente su productividad y rendimiento exponencialmente?
Es importante reseñar que la productividad es un concepto bastante amplio.
Por ejemplo. ¿A qué nos referimos con la expresión “aumentar la productividad de los trabajadores/as de una empresa”?
Si tomamos como referencia una de sus definiciones en el diccionario, la productividad en el trabajo es, esencialmente, el rendimiento laboral, es decir, los recursos que consumimos para generar un resultado.
Esto, además, tiene su vertiente individual (una persona que es más o menos productiva) y grupal (un equipo que es más o menos productivo).
Pues bien, lo primero que debemos hacer para mejorar la productividad en el equipo es ver si el problema lo tenemos a nivel de la productividad individual de sus miembros o a nivel de la propia organización del equipo.
A partir aquí, y en función de este análisis previo, el siguiente paso es determinar donde vamos a poner el foco de la intervención.
Si hablamos de rendimiento individual, podemos trabajar con herramientas de Productividad Personal que nos ayuden a, por ejemplo, organizarnos mejor, procrastinar menos o priorizar tareas.
Este tipo de trabajo se puede realizar a través de formaciones grupales (si detectamos que es un área de mejora generalizada dentro de los miembros del equipo) o a través de sesiones individuales de coaching con las personas que lo necesiten.
De este modo, vamos a trabajar con concreción sobre la raíz del problema.
Falta de organización y liderazgo
En otros casos, los problemas de productividad de equipo pueden deberse a una falta de organización del propio equipo, y en muchos casos derivado de la falta de liderazgo.
En este caso, el Psicólogo-Coach en cuestión trabajará de manera individualizada con el/la líder para mejorar aquellos aspectos que están generando esos problemas de liderazgo.
A saber, una deficiente comunicación del líder con su equipo, conductas emocionales desajustadas por parte del líder o falta de directrices organizativas que hagan que el equipo funcione con normalidad y pueda alcanzar sus objetivos en términos de eficacia y eficiencia.
¿Cuáles son los beneficios de aumentar la productividad en los equipos y/o en los líderes de equipo?
Está comprobado en multitud de estudios que la satisfacción de los trabajadores es mayor en los equipos que funcionan bien.
Y cuando digo equipos, hago extensiva la acepción a empresas.
Esto, como consecuencia directa, reduce el absentismo laboral y la fuga de talento, además de incrementar las posibilidades de la captación y retención del mismo.
Es decir, mayor rendimiento, mayor satisfacción, más retención y captación de talento y menos absentismo laboral y rotación.
Mi última pregunta para ti es: Y tu, ¿a qué esperas para ponerte manos a la obra en aumentar la productividad de tu equipo?